El periné o suelo pélvico es el conjunto de músculos y estructuras que tapizan la base inferior de la pelvis. El suelo pélvico se dispone en forma de rombo en el espacio comprendido entre pubis, cóccix e isquiones. Se puede dividir el periné en dos triángulos. En el triangulo anterior, comprendido entre los isquiones y el pubis, se encuentra la apertura vaginal y uretral, lo que hace a esta parte del periné mas vulnerable. El triángulo posterior, entre los isquiones y el cóccix, contiene el centro tendinoso del periné, lo que le proporciona una mayor resistencia. A su paso la musculatura del suelo pélvico rodea al esfínter anal y uretral.

Las principales funciones del suelo pélvico son:

  • Función de sostén: la musculatura del suelo pélvico puede dividirse en dos planos: superficial y profundo; son los músculos de este último plano los que se encargan, principalmente, de sostener la vejiga, la uretra, el útero y el recto en la posición adecuada.
  • Continencia de esfínteres: la musculatura del plano superficial es la que permite el control de los esfínteres para contener la orina, heces y gases o permitir el paso a dichas sustancias de deshecho.
  • Función reproductiva: Durante el embarazo el suelo pélvico tendrá que seguir cumpliendo su función de sostén frente al aumento de presión que se produce consecuencia del aumento de volumen en la cavidad abdominal durante 9 meses. En el parto el bebé se apoya sobre el periné, una musculatura con buen tono permitirá que el bebé rote, desencadenando el reflejo de inyección que favorece la salida del bebé. Asimismo, durante este proceso la musculatura tendrá que distenderse para permitir la salida de la cabeza al exterior.
  • Función sexual: una musculatura en buen estado permite una mejor calidad de las relaciones sexuales.

Para comprender el suelo pélvico no podemos verlo como una estructura única. El suelo pélvico forma parte de la cavidad abdominal por lo que para su correcto funcionamiento es necesario que el resto de las estructuras que conforman dicha cavidad: diafragma, musculatura abdominal, musculatura posterior del tronco y columna vertebral trabajen coordinadamente entre sí, y en su conjunto, con el periné.

Conociendo las funciones del suelo pélvico, y su relación con la cavidad abdominal, vamos con algunos consejos para cuidar el suelo pélvico:

Conocer y entrenar tu suelo pélvico

  • Mantener una buena postura, con autoelongación de la columna y la pelvis en posición neutra, permite la correcta contracción de la musculatura abdominal y un diafragma móvil. Todo esto da lugar a un correcto reparto de cargas sobre el triangulo posterior del periné.
  • Cuando vayas al baño mantén una buena postura (eleva tus pies sobre un escalón, elonga tu columna, y mantén tu tronco por delante de la línea de tus caderas), relaja el esfínter anal y espira por la boca cuando empujes las heces.
  • A la hora de cargar pesos hazlo en exhalación, esto permite activar la musculatura profunda del abdomen y, por lo tanto, proteger la musculatura del suelo pélvico.
  • Evita el aumento de presión en la región abdominal.
  • Evita los deportes de impacto y, en caso de practicarlos, combínalos con entrenamiento de la musculatura abdominal y del suelo pélvico.

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Lugar: Sane Pilates: Fisioterapia y movimiento
C/ Columela 13 bajo derecha
Fecha: 16 de noviembre a las 10:00
Precio: 10 euros

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