Cada día llegan a nuestra consulta aficionados al esquí que se han visto obligados a abandonar su hobby por la típica lesión ligamentaria o meniscal, consecuencia de una caída durante la práctica deportiva.

Inicialmente este deporte utilizaba esquís con zapatos y lo que se producían en los accidentes eran fracturas de tobillo, posteriormente se  utilizaron botas de media caña y la consecuencia eran fracturas de tibia, hasta llegar a las botas actuales que protegen el tobillo pero dejan vulnerable la rodilla, víctima indiscutible en las lesiones ocasionadas durante la práctica del esquí.

Con el entrenamiento de Pilates auténtico, no sólo se fortalece la musculatura abdominal, si no que lo que Pilates considera “centro de energía” incluye la articulación de la cadera. Aprender a controlar esta articulación que comunica el fémur con el  tronco a través de la pelvis, dará la clave al esquiador para estabilizar correctamente la rodilla y eliminar la presión sobre la misma, lo que le permitirá esquiar de nuevo sin dolor tal y como nos ha demostrado nuestra experiencia a lo largo de más de una década de entrenamiento con Pilates Auténtico en personas con este tipo de lesiones.