Prolapso, una vez más, una palabra y una patología de la que poco oimos y casi nada sabemos. Un prolapso se define como un descenso de un órgano o víscera, pudiendo salir de nuestro cuerpo al exterior.

Existen muchos tipos de prolapso, pero hoy nos vamos a referir a los que atañen a los elementos del interior de la pelvis. El útero, la vejiga, la uretra y el recto son los más susceptibles de descender de su posición y, en ocasiones, de ser expulsados a través de la vagina. No sólo es importante conocer esta patología por su prevalencia, el 50% de las mujeres que han estado embarazadas y el 50% de las mayores de 55 años, sino que también supone una pérdida de la calidad de vida muy importante.

Esta disfunción sucede cuando las estructuras encargadas de mantener a los órganos en su posición fallan. Se trata de una patología con múltiples causas, pero podríamos decir que las que más influyen son: los partos (incluyendo todas las prácticas instrumentales que se utilizan en ellos), los cambios hormonales derivados de la menopausia, el estreñimiento crónico, las enfermedades respiratorias crónicas y los deportes de impacto (running, tenis o padel).

Cuando los músculos, ligamentos y fascias, no son capaces de sujetarlo, el órgano caerá y desatará una serie de síntomas. El más común es la incontinencia urinaria de esfuerzo, que se traduce en pérdidas de orina cuando aumenta la presión abdominal, habitualmente al estornudar, toser, hacer deporte, coger algo pesado… También puede aparecer dolor en el bajo vientre y en la zona lumbar, sensaciones molestas o dolorosas durante las relaciones sexuales, y cuando el prolapso es ya tan pronunciado que somos capaces de notar un bulto por fuera del cuerpo, pueden aparecer rozaduras y heridas en la piel y la mucosa.

Como cualquier otro problema de salud, un buen diagnóstico y un tratamiento precoz son vitales para una recuperación óptima. Desde la Fisioterapia especializada en el Suelo Pélvico, realizamos un abordaje integral que nos va a permitir luchar contra todos estos síntomas y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida de estas pacientes.

Una de las técnicas más indicadas en los casos con prolapso son los Hipopresivos. Es un método que combina la reeducación postural con técnicas respiratorias. Un combo perfecto para reducir la presión abdominal; fortalecer la musculatura encargada de mantener en su sitio los órganos pélvicos (transverso del abdomen y suelo pélvico); y además, mejorar la irrigación sanguínea de la zona, y con ello, el buen estado y funcionamiento de las estructuras de sostén.

Si te sientes identificada con este problema en SANE PILATES  podemos ayudarte mediante nuestro equipo de fisioterapeutas especializados en suelo pélvico, que te recomendará tras una exhaustiva valoración, las técnicas de tratamiento o tipo de ejercicios más efectivos para solucionar tu caso concreto.

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